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El amor en épocas turbias

Las expectativas duelen, hacen daño. La falta de ellas, sanan y te dejan vivir. Os lo digo yo que desde que decidí no ponérmelas, he encontrado hasta el amor. El amor hacia mi propia persona, el amor hacia lo más simple, el amor hacia un día a día, el amor hacia quien lo merece, el amor hacia lo común, el amor hacia, incluso, lo que jode. El amor. En general.  Estamos acostumbrados a vivir pensando que el amor está aprendido, como si hubiese nacido en nosotros de forma innata. Un amor dormido que se despierta cuando alguna situación de nuestra vida le activa la alarma. Es por ello que cada persona tiene su propio concepto del amor, su propia simbiosis, su propia relación y su propia manera de vivirlo. Cada uno pone límites y fronteras, hay quienes se las quitan. Pero, ¿sabéis algo importante? Desde pequeños nos dicen que no siempre te vas a poder dedicar a lo que más te gusta, o al menos al principio de tu trayectoria laboral, y a veces no les falta razón. Lo mismo pasa con el
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(In)olvidable recuerdo

Dirás que son solo recuerdos, momentos. Son cómo imágenes que el tiempo oculta, no tienen vida propia pero le diste una oportunidad de formar parte de tu historia. Los recuerdos son parte de tu mente, tu memoria después de tantas cosas sigue fuerte recordando aquellos momentos intensos de tu vida: tu primer beso, tu primera caricia, tu primera vez... Testigo de tus primeras experiencias en la vida, como el empezar a tropezar y a levantarte de caídas con ayuda de los que tienes cerca y que nunca han dudado de ti, o incluso por iniciativa propia, ¿por qué no? Pero van pasando los años y vas olvidando cosas - aunque también hay cosas que nunca se olvidan - sin embargo a lgunos innecesarios momentos del pasado se marchitan poco a poco, porque hay recuerdos malos que a veces hacen tocar fondo, tan profundos que te hacen pensar, recapacitar, comerte la cabeza o sumergirte en un mar que te quiere ahogar. También sé que existen promesas que jamás se han cumplido. Promesas rotas, prome

Nadie me volvió a besar

Aquel beso...  Aquel maldito e inolvidable beso. El último beso que sentenció la despedida, ya no había marcha atrás después de aquel momento. Quizás no fue el mejor beso, pero lo que sí sé es que no va a haber otro igual; fue como borrar de mi memoria todos los demás. El último beso y el único al mismo tiempo. Después de todo. Qué cosas tiene la vida, ¿verdad? Desde ese momento empecé a echarte de menos de una manera que jamás había experimentado. Digamos que fue de una manera especial mía. Ahora cuando llueve me da igual llevar paraguas, la lluvia cala igual de hondo que tú al vernos, incluso mi manta de felpa ya no calienta como lo hacía. Algo ha pasado después de aquel beso.  Mi vida es un sin rumbo, ando desorientada, no sé muy bien hacia donde me dirijo, pero no puedo parar de caminar. El desequilibrio emocional me corroe hasta tal punto que ando como una puta desesperada en tu encuentro tocando con la yema de mis dedos todas las rugosidades que me recuerden a los cien lunar

Pequeña gran revolución

La vida está tranquila, sin mucho alboroto, recorriendo una línea recta, sin una marea demasiado revuelta. Se puede decir que... Como volando en el avión sin turbulencias disfrutando del paisaje que las nubes te han dejado ver al apartarse. Aprovechando ese momento. Qué bonita la vida, ¿no? - piensas- Y, de repente, te viene esa canción de Dani Martín que tantas veces has reproducido en tu smartphone, o no, pero que seguro has escuchado en alguna emisora de radio. Pero es demasiado bonita para ser real y no te lo crees. No puede ser que todo vaya tan genial, que los problemas sean tan minúsculos, que no tengas rompederos de cabeza. No puede ser, algo tiene que ir mal, es imposible vivir bien. Y como no eres capaz de disfrutar este período de calma, buscas lo que llevabas tiempo deseando que desapareciera. Y ¡tachán! truco de magia realizado con éxito. Vuelta a las rayadas, como en la plena adolescencia; vuelta a las noches en vela, vuelta a complicarnos la vida. Y es que parece qu

A mi manera

No puedo volar, pero si hay situaciones que te hacen hacerlo. Puedo tocar con las yemas de mis dedos cualquier superfície, cualquier cara o textura que me haga sentir bien. Como cuando rozas la piel de una persona que te atrae. Puedo oler a la gente, olores únicos de sitios o cosas concretas que se impregnan en la gente para luego caracterizarlas con tal olor. A veces puedo creer que no soy nada ni nadie y que puedo neceistar miles de cosas que no tengo; pero, hoy no es uno de esos días. Hoy creo que con sentir es suficiente, que no hace falta ser normal para vivir bien. Porque nadie sabe como es vivir bien. Así que yo, pienso hacerlo a mi manera. Que vengan los paisajes, tactos o tiempos que quieran porque, aprovecharé cada momento de felicidad en mi vida. Me encanta sentirme bien así que, espero que dure lo suficiente como para darme cuenta de que nada es tan importante como para arruinarte la vida por un tiempo, porque hay que vivir todo lo mejor que se pueda, y sobre todo,

Nunca será siempre

"Érase una vez la historia de un niño y una niña. El niño se llamaba Siempre y era una persona soñadora, aventurera, que creía que todo lo que veía no era todo lo que había en realidad, y que había algún lugar donde las leyendas cobraban sentidos. Por contra estaba Nunca. Nunca era una persona pesimista, una persona realista, una persona que sólo se fiaba de aquello que podía comprobar y contrastar con sus propios ojos. Y que no se creía ni historias ni cuentos. Entonces, llegó un día en que Siempre se acercó a Nunca y le dijo que su mayor sueño en la vida era viajar y llegar hasta el sol. Ella dijo "No podrás. Si saltas te vas a caer, o lo que es peor, si llegas te vas a quemar". Supongo que ella lo que intentaba era ser la cuerda del globo de los pájaros que tenía en la cabeza Siempre. Pero tal era el peso de sus sueños y tantos pájaros tenía en la cabeza que llegó un día en que todos a la vez emprendieron el vuelo y Siempre se perdió en mitad del cielo. Hay quien

Ahora... Ahora me río

¿Rendirme? No puedo hacer una cosa la cual, no sé qué significa. Esperaré por mucho que cueste, pero sé que el resultado será bueno. En toda situación esperas algo mejor, pero no tengas preocupaciones que lo único que harás con éstas será empeorar la que ahora tienes. Lo mejor que puedes hacer es no vivir en el mundo real, ya que hay veces que no vale la pena, hay veces que tienes que soñar como nunca lo habías hecho, y aprender a esperar.  Date tú misma la mano cuando caigas para levantarte, que nada es demasiado importante como para que caigas en un agujero del cual no puedas salir. Normalmente cuando te ocurre algo desagradable, sólo ves lo peor de la situación, lo mejor de esto es que pase el tiempo y según éste pasa, sacas lo bueno, sacas todo aquel rencor que creías no tener para esto y te levantas. Desaparece, quiero que desaparezca, quiero poder entender, quiero no querer, quiero vivir, quiero sonreír, lo mejor de todo esto es que ya lo he conseguido y lo que antes era un mun