¿Te caes? Pues te levantas. Las cosas que te pasan nunca deben ser suficientes para quitarte una sonrisa, para estropearte un día feliz. Si no llevas tú una sonrisa en la cara, ¿cómo quieres que te la devuelvan? Si alguien te priva de tu felicidad es porque no se merece compartir ni un solo momento de ésta. Si siempre miras en qué pasó, nunca podrás saber qué pasa. Hay que mirar lo que tienes y lo que se ha ido ya no es nada, ya no está. ¿Para que poner una cara triste por aquello que no tienes? Si teniendo lo que tengo soy feliz, no me hace falta nada más para serlo, y si falta algo ya vendrá. ¿Para qué prisas? ¿Qué necesidad tienes? Si las personas que de verdad necesitas son las que están ahí, las demás no colaboran en tu felicidad. Que más da tenerlas aquí que allí, que estén donde quieran que a mí me dará igual. Tengo claro que voy a levantarme con una sonrisa, pase lo que pase y me mire quién me mire, simplemente nada es tan importante para hacerme infeliz, nada lo hará, y si lo